Las preferencias electorales en los estados en donde se renovarán la gubernaturas están moviéndose en contra de los candidatos de ese partido y sus aliados.
Faltan 45 días para la elección intermedia y las preferencias electorales en los estados en donde se renovarán la gubernaturas, están moviéndose en contra de los candidatos de Morena y sus aliados, lo que pone en evidencia de que la ciudadanía está decepcionada de ese partido, así como de la gestión de López Obrador y desde luego, por los yerros de los propios candidatos.
En una elección de Estado en donde todas las canicas que tiene el gobierno federal las ha puesto al servicio de los candidatos del partido en el poder, se esperaría que arrasarán en los comicios del 6 de junio, sin embargo, ello no va a ser posible por el hartazgo que tiene la ciudadanía ante el desastre que prevalece en la economía, la inseguridad pública y la mortandad derivada por la pandemia.
Se apostó a la vacunación de Covid-19, pero la lentitud del proceso, además del burdo manejo del tema bajo la óptica electoral, ha puesto a la sociedad en estado de alerta por el uso político del antígeno.
Ahora no solo se reparten despensas, sino vacunas y apoyos económicos de todo tipo, disfrazados de programas asistenciales y aún con ello, tampoco es una garantía de que los beneficiarios de los programas acudan a las urnas para votar por los candidatos de Morena, ello a pesar de que los “Cuervos de la Nación” los visitan sistemáticamente para asegurarse de que sufragarán a favor de los candidatos de ese partido.
Y por si fuera poco, los propios candidatos de Morena han tenido en los primeros días de campaña una actuación decepcionante. Si no me cree estimado lector, hay que ver lo que ha pasado en Nuevo León, Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja California Sur, Guerrero, SLP, Campeche y en Zacatecas, con el candidato “nalgadas”, por citar tan solo nueve entidades en donde los abanderados del partido de López Obrador, se han desplomado en las preferencias de la ciudadanía, luego de haber arrancado como punteros.
La guerra sucia y la judicialización de las campañas y sus candidatos está a la orden del día por parte del gobierno, incluso en entidades como la CDMX, se han recrudecido en contra de la coalición conformada por el PAN, PRI y PRD.
Otro fenómeno relevante es que hay candidatos como los de Movimiento Ciudadano que suben como la espuma como es el caso de Samuel García y Luis Donaldo Colosio en Nuevo León y Monterrey y otros, en donde la enorme cola que arrastran como producto de la corrupción y nexos con el crimen organizado, los han relegado en las preferencias electorales, como es el caso de Alfonso Durazo en Sonora.
Hay que tener en cuenta que hay muchas encuestas de casas de dudosa reputación que elaboran sus estudios demoscópicos de acuerdo a los intereses particulares de sus clientes, sin embargo, en contraparte hay empresas con prestigio profesional que en el mejor de los casos han dicho que Morena está perdiendo camino en sus aspiraciones para gobernar en los 15 estados en donde habrá relevo de gobernador o gobernadora.
Si esto ocurre con los aspirantes a gobernador, la cosa está peor para Morena en los distritos electorales, por lo que es inminente que no tendrá la mayoría en la cámara de diputados federal y ello no solo ha prendido los focos rojos en Palacio Nacional, sino que están tratando de meter todas las reformas que quiere AMLO en los dos últimos periodos de sesiones que le restan a los actuales diputados.
El proyecto político de AMLO se tambalea con los resultados de las elecciones del 6 de junio, por ello, vienen tiempos complicados para los mexicanos y no porque se metan con ellos directamente, sino porque se soslayan sus demandas, en aras de privilegiar las campañas y el resultado de las elecciones.
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