Como actor político de oposición, como candidato en campaña, en el 2018 y años anteriores, Andrés Manuel López Obrador, recorría la nación, regiones donde ese flagelo, encendía focos rojos; severo crítico de antecesores, “neoliberales corruptos” y “conservadores hipócritas”, por combate a la delincuencia, “sin estrategia”, y porque un responsable, se coludió: Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, con Felipe Calderón Hinojosa.

Cual aspirante a la Presidencia de la República, hace tres años, el hoy mandatario, ofrecía al país, militantes, simpatizantes de Morena y creyentes de su candidatura, crear la Guardia Nacional, para ofrecer a los mexicanos, paz y seguridad pública que reclaman y exigen.

Hoy, a dos años de crear esa institución, con los votos de todos los partidos políticos en Cámara de Diputados, no sólo de Morena y bancadas “a modo”, esa institución, no estuvo a la altura de violencia, delincuencia y otros flagelos que, ¡hartan! a la población, motivo por el cual, el Ejecutivo, considera “traspasar” ese órgano de seguridad, a la Defensa Nacional.

Interpretación que, de inmediato, hizo la sociedad, por esa pretensión del Presidente, no es otra sino que la inseguridad, violencia, delincuencia, rebasaron a la Guardia Nacional y apostaron a incorporarla a la secretaría que preside el general, Luis Cresencio Sandoval González.

O sea, un fracaso, crear Guardia Nacional y, luego más de dos años de aprobar esa institución en Cámara de Diputados, el gobierno, hay que decirlo, no la supo operar, ni con ella, estar a la altura de violencia, delincuencia e inseguridad que prevalece en el país.

Reiteramos, los focos rojos, están en estados donde gobiernan Morena-PAN-PRI-PRD-MC, principalmente, CDMX, Jalisco, Tamaulipas, Michoacán, Estado de México, Guerrero, Chihuahua, BC, Quintana Roo, Colima, Morelos, ¡Guanajuato!, quizá el estado donde gobierna el PAN, en el que más permean ejecuciones, secuestros, violencia, delincuencia…

Entidades en las que los ciudadanos, primer domingo de este mes, decidieron quitar mayoría calificada al Presidente y su partido, en la Cámara de Diputados.

Sin esos 334 votos, el Ejecutivo Federal y Morena, no pueden modificar nuestra  Ley de leyes, para que una noble institución que ofrecía mucho, cual prometieron sus creadores, se incorpore a militarización de seguridad pública en el gobierno del presidente López Obrador.

Ya ni qué decir de altos índices de esos flagelos que registran organizaciones de la sociedad civil.

En ese contexto, no es casual ni coincidencia, posicionamiento de la dirigencia panista, en la materia.

“La incompetencia del gobierno federal en brindar seguridad a los mexicanos, es cada vez más notoria, cuando las cifras oficiales dan cuenta de su decepcionante desempeño, pues los delitos de alto impacto como asesinatos, secuestros, extorsiones, feminicidios, violación y trata de personas, van al alza, y no hay ninguna estrategia específica contra la delincuencia organizada”.

Marko Antonio Cortés Mendoza (qué traerá él y su vocero, que en los comunicados del CEN, le quitan segundo nombre, Antonio. ¿Qué, no le cumplieron milagro? ¡Eh!), acusa que violencia, se generaliza en toda la República, “por la pasividad y complicidad del gobierno, frente a los grupos criminales que, con total impunidad, masacran a civiles inocentes, para sembrar terror en la población, ante la total inoperancia de los cuerpos federales de seguridad”.

No tiene tanta razón el presidente del PAN, porque, aunque no sea materia estatal, a la población de Reynosa, Tamaulipas y de los estados, no interesa a quién corresponde defenderlos ante delincuencia y violencia; reclaman paz y seguridad pública en sus colonias, domicilios, transporte público, calles…

Empero, esa falta de coordinación entre gobiernos estatales y gobierno federal, la minimiza el dirigente del blanquiazul, quien, en posicionamiento dominical, critica de modo visceral:

“Estamos llegando a la mitad del sexenio y no vemos resultados en materia de seguridad. No hay ningún avance, por el contrario, los grupos delictivos están ganando más terreno ante la pasividad y complicidad del gobierno federal. Es decepcionante lo que estamos viviendo con un gobierno que nos prometió pacificar al país y brindarnos seguridad. Lamentablemente, nos volvieron a fallar”.

“Esta preocupación se basa en los informes oficiales más recientes que señalan que el pasado mes de mayo fue el más violento de 2021, con 2 mil 963 homicidios y uno de los más sangrientos de este sexenio. Asimismo, el aumento de 3.57% de los asesinatos, respecto a los del mes de abril; y el incremento de 30% para el delito de violación y 7% en feminicidios”.

A lo que se añaden, cifras de violencia política en las campañas electorales.

Sexto Informe de “Etellekt”, registró un total de 910 agresiones contra políticos y candidatos, con saldo de 860 víctimas, entre las cuales, destacan 91 políticos y 36 de estos candidatos, asesinados.

Cual aún reclama el presidente López Obrador a su antecesor, Felipe Calderón Hinojosa, por su fracaso en el combate a la delincuencia, el dirigente del PAN, cuestiona y acorrala al mandatario:

“Nosotros, le hemos exigido al gobierno federal, que presente una verdadera estrategia contra la delincuencia organizada, pero el Presidente no ve ni oye a los mexicanos. Pareciera que el gobierno de Morena, mantiene un pacto con la delincuencia, porque ni persigue ni detiene a los grupos criminales. ¡Al contrario!, los libera y les agradece su buen comportamiento en el proceso electoral”.

El presidente del PAN, pareciera justificar desinterés de estados donde son gobierno, como Tamaulipas, en combatir aquellos flagelos, cuando señala: “los delitos federales, son responsabilidad del gobierno federal”.

“No pueden pretender culpar de estos a los gobiernos estatales y municipales”, puntualiza, pero no menciona a su aún correligionaria, alcaldesa de Reynosa, Tamaulipas, quien nada hace por combatir ese flagelo en coordinación con el gobernador del mismo partido, Francisco García Cabeza de Vaca; habitantes de esa alcaldía, ignoran si Maki Ortiz, desertó a Morena o permanece como presidenta municipal del PAN.

El PAN, como adversario del partido oficial, discrepa de políticas públicas del gobierno federal, pero no se vale que ignore o minimice responsabilidad que tienen sus correligionarios en los encargos de representación popular, como un alcalde o gobernador.

“Es el gobierno federal, el que no está actuando para impedir que se cometan, ya que los estatales y municipales de Acción Nacional, sí están haciendo lo que les corresponde para frenar los delitos del fuero común”, justifica Marko Antonio Cortés, cuando sabe que no es así.

No se vale que en los tres niveles de gobierno, pretexten, “competencias” o “facultades” a modo, para no intervenir en delitos que propician violencia y delincuencia, pretexto banal para justificar fracaso como representantes populares, para ofrecer al país, seguridad y paz pública.

Reconocer que, gobierno del presidente López Obrador, fracasó en su visión de futuro, cuando hace tres años, vislumbró crear Guardia Nacional, para combatir inseguridad, violencia, delincuencia, secuestros, extorsiones…

En balde, infructuosas, reuniones del gabinete de seguridad, en la madrugada, de lunes a viernes o por donde realiza gira finsemanera el Presidente, porque esos flagelos, permean ¡y van al alza!