El guiño que López Obrador lanzó al PRI para aliarse con la 4T es en realidad una manzana envenenada, considera Dulce María Sauri: si cede a esa «tentación», no sólo «traicionaría» a los ciudadanos que votaron por él, sino que «perdería cualquier legitimidad” para la contienda presidencial de 2024.
El guiño que el presidente López Obrador lanzó al PRI para aliarse con la 4T en busca de alcanzar la mayoría calificada en la Cámara de Diputados es en realidad una manzana envenenada, considera la exdirigente priista y actual presidenta de la Mesa Directiva de San Lázaro, Dulce María Sauri. Y advierte: si el PRI –cuyo líder nacional, Alejandro Moreno, ha mostrado cercanía con el jefe del Ejecutivo– cede a esa “tentación” no sólo “traicionaría” a los ciudadanos que votaron por él, sino que “perdería cualquier legitimidad” para la contienda presidencial de 2024. Sauri plantea incluso el escenario de que este partido sea “asimilado” por Morena, lo cual, desliza, puede ser la intención de fondo de AMLO.
Con la nueva integración de las fuerzas políticas en la Cámara de Diputados, el PRI, con 76 legisladores, estaría encaminado a ser el partido “bisagra” para que Morena alcance la deseada mayoría. Al menos, eso es lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó en su conferencia del 8 de junio cuando soltó: “Si se quisiera tener mayoría calificada, se podría lograr un acuerdo con legisladores del PRI, o de cualquier otro partido”.
Esa “tentación”, como la considera la expresidenta nacional priista, Dulce María Sauri, sería una “traición” si la acepta la dirigencia de su partido a cargo de Alejandro Moreno Cárdenas, quien también se perfila como el líder de la bancada tricolor.
Además pondría en riesgo al bloque opositor en la Cámara de Diputados –integrado por PAN, PRI y PRD–, el cual se propone equilibrar las fuerzas políticas en la elaboración del presupuesto y en la toma de decisiones; éstas podrían alcanzar, incluso, las relativas a la permanencia del presidente López Obrador el próximo año, cuando se realice la consulta popular para la revocación de mandato.
“Si finalmente procede la consulta de revocación de mandato en marzo próximo y llegase a haber una votación de 40% que es indispensable para que pueda tener efecto y sea válida, y si más de la mitad vota a favor de revocar el mandato al presidente, quien lo sustituya será el legislador que presida la Cámara de Diputados. Este es un escenario que se deberá considerar en las negociaciones para la instalación de la presidencia de la Mesa Directiva y de la Junta de Coordinación Política”, advierte la exgobernadora de Yucatán.
Por eso, reitera, es importante que el PRI no caiga en la tentación de acordar con el presidente López Obrador, dejando a un lado al bloque opositor que ha formado con el PAN y el PRD.
–El presidente está jugando su juego.
–Sí, como presidente tiene no sólo el derecho sino la obligación de construir acuerdos, no consensos, para sacar adelante sus prioridades. Pero con esa expresión lo que busca es crear la sombra de sospecha de que el PRI puede negociar por separado de la alianza opositora. Eso no puede ser así, ya no estamos en el deber ser, sino en el poder ser. El PRI se juega mucho.
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