La inversión privada en el País se hundió 19.89 por ciento durante 2020, su mayor desplome en 25 años.
El retroceso observado el año pasado, medido como la Formación Bruta de Capital Fijo Privada (FBCFP), es el más profundo desde la crisis de 1995, cuando el declive fue de 38.51 por ciento, según cifras desestacionalizadas del Inegi.
Ese año, la caída fue provocada por la interrupción de los flujos de capital hacia México y la crisis de la devaluación de finales de 1994.
Aunque la pandemia de Covid-19 y la subsecuente crisis tuvieron un impacto serio en la inversión privada, su retroceso ya venía registrándose desde antes de la llegada del virus y la aplicación de confinamientos para hacerle frente.
De hecho, el desplome en la inversión privada en el segundo trimestre de 2020 venía precedido de cuatro caídas trimestrales.
El desempeño de la inversión en el País mostraba debilidad desde 2018. En el segundo trimestre de ese año, la inversión comenzó a registrar tasas trimestrales negativas, de acuerdo con un análisis del organismo México ¿Cómo Vamos?, y en 2019 observó un retroceso de 3.38 por ciento.
Aunque la pandemia afectó a la actividad económica de casi todo el mundo, la pobre evolución de la inversión privada en México responde a factores estructurales.
En la economía estadounidense, la inversión privada sólo cayó 3.9 por ciento en 2020 y, en el último trimestre de ese año, el nivel de la inversión ya estaba por arriba del promedio trimestral de 2019.
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, opinó que el problema crónico de la economía mexicana sigue siendo la anemia de inversión, pues los gobiernos se han enfocado en explorar fuentes equivocadas de crecimiento, al buscar productividad en lugar de inversión.
El Gobierno actual no es diferente en su enfoque e incluso diversos especialistas consideran que se ha dedicado a generar un ambiente más hostil para la inversión privada.
Además de la pandemia, afirman, la reticencia de la inversión privada se acentuó con la falta de apoyos gubernamentales para hacer frente a la debacle provocada por el confinamiento y algunas decisiones legislativas que ponen en riesgo diversos proyectos empresariales.
Para Coutiño, de hecho, esa ha sido la razón principal del pobre desempeño de la inversión en 2020 y 2021.
México ¿Cómo Vamos? asegura que aun en tiempos de crisis, la inversión privada ha sido el motor principal de la formación de capital en México.
La inversión pública tampoco atraviesa un buen momento y en 2019 tuvo un revés de 12.04 por ciento y en 2020 de 7.79 por ciento, prolongando a 11 años su marcha negativa.
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