Los hechos de violencia que han sacudido a diferentes estados del país, como los de Tamaulipas y Zacatecas, son un botón de muestra de cómo la inseguridad persiste como uno de los pendientes de la administración de Andrés Manuel López Obrador, quien este miércoles cumple tres años de salir victorioso en la elección presidencial de 2018 con el respaldo de 30 millones de votos.

Tan sólo en una semana se registraron en ambas entidades al menos cuatro matanzas que dejaron más de medio centenar de personas muertas en hechos atribuidos a integrantes del crimen organizado. En Tamaulipas, apenas ayer nueve personas murieron luego de un enfrentamiento entre grupos antagónicos de la delincuencia organizada en el municipio de Miguel Alemán, lo que se suma al sangriento saldo de 19 personas muertas –15 de ellas inocentes– en diversos ataques dirigidos a civiles al azar en ciudad Reynosa.