Aparte de que en muchos casos no hay condiciones de seguridad para ejercer el periodismo, el trabajo del mecanismo estatal de protección a periodistas sigue sin notarse, así la percepción de algunos comunicadores entrevistados.

Lo anterior derivado de los tres más recientes hechos donde tres informadores, luego de amenazas, perdieron la vida y que trascendieran a nivel nacional e internacional al grado de que se catalogó a México como el país de mayor riesgo y peligro para ejercer el periodismo.

Al respecto tres conocidos periodistas abordan el tema para dar a conocer su opinión sobre la seguridad de los periodistas en la entidad, y los organismos o mecanismos para la protección de quienes ejercen la labor informativa.

NADA SE HA HECHO

Hace unos años los estados estaban obligados a contar con un mecanismo estatal de protección, el cual salió de un acuerdo de gobernadores, explica la periodista Camelia Muñoz, Coahuila firma un convenio con el Gobierno federal donde establecen la figura de enlace que la ponen en la Secretaría de Seguridad Pública, cuyo titular estuvo hasta el 2021.

“Realmente nunca operó como tal, este enlace nunca buscaba a quienes tuvieron alguna situación de riesgo, este mecanismo estatal se enteraba por el organismo federal, ello debido a que, por ejemplo, en mi caso, publico lo que me pasa en mis redes sociales, algunas organizaciones nacionales e internacionales se contactan conmigo, hacen el llamado a la autoridad, empieza mi proceso de incorporación al mecanismo federal y, de esa manera, es como el enlace estatal se entera, porque aquí no hay quién dé seguimiento a los casos”.

Como tal este enlace nunca funcionó, refiriéndose al estatal, el año pasado el Gobierno del estado firmó otro convenio con el mecanismo federal con la Secretaría de Gobernación y la figura de enlace forma parte de otra secretaría, ya no de seguridad pública, pero se desconocen las reglas.

En cuanto a las medidas de seguridad, mi opinión es que no existen, afirma la reportera, “ahora, siempre he dicho y coincido con algunos defensores de derechos humanos que no tienes por qué establecer o centrarte en las medidas de seguridad, sino en generar las condiciones para poder ejercer el periodismo”.

“Todo mundo se va con la seguridad, eso sería cuando ya estás en una situación de riesgo terrible, amenazas y todo eso, eso lo veo como la segunda parte, las obligaciones de la autoridad deben ser el generar las condiciones para que se pueda ejercer el periodismo”, afirma.

Y continúa: “En Coahuila creo que hay las mejores condiciones para ciertos periodistas, pero si empiezas a hacer investigación, preguntas incómodas, no tendrás esas condiciones de seguridad, no puedes ejercer el periodismo, tienes que arriesgarte y enfrentar muchas cosas para hacer ese periodismo, lo hacemos, pero con muchos obstáculos”.

De este grupo de defensa de los derechos de los periodistas, dice, se acaba de cumplir un año de que se estableció; “no sé, lamento que ahí haya gente, defensores de derechos humanos muy comprometidos que intenten hacer algo, pero creo que el Estado no se los permite, no se ha logrado”.

Y acota su creencia en el sentido de que “está muy mal eso de que la Academia Interamericana de Derechos Humanos que sea esta organización que esté haciéndose o apropiándose de una supuesta defensa de los derechos humanos en todos los sentidos, no nada más de la libertad de expresión”.

“Creo que es un error terrible que se esté concentrando ahí porque no ha demostrado absolutamente nada en cuanto a que desde la AIDH se hagan estudios de la situación, creo que, más bien dicho, desde ahí se está tratando de invisibilizar la problemática”.

“Es decir, creo que la AIDH, en el caso de desapariciones, inclusive es más bien como tratar de ocultar la realidad en la que está Coahuila en torno a la violación sistemática y constante de los derechos humanos; no ha hecho nada en torno a la libertad de expresión”.

Luego de afirmarse estar en contra de que busquen monopolizar el derecho a la libre expresión, Camelia Muñoz afirma: “Es difícil entender que haya directivos de medios donde ni siquiera alzaron la voz cuando les desaparecieron a alguien y que hayan promovido el despido de gente nadamas porque incomodaron a un gobernante”.

Por ello afirma que “es muy canijo que un legislador desconozca el convenio que firmó el Estado el año pasado para la protección a periodistas, porque era para que urgiera a que se estableciera ya una agenda prioritaria para contar ya con un protocolo mínimo para definir quién es la persona del enlace de este mecanismo estatal de protección a periodistas”.

Expresa que en Coahuila hay varios tipos de vulneraciones a las que nos presentamos los periodistas, más las mujeres, son muchas cosas, incluso pecan de ignorantes en cuanto a la urgencia de contar con un protocolo estatal o acciones, “la ley existe, pero que haya un llamado a que la fiscalía estatal investigue los casos es muy difícil”.

Con varias denuncias por agresiones a la libertad de expresión o en contra de su persona interpuestas en la fiscalía y derechos humanos estatales, la periodista finalmente sostiene que no han progresado a pesar de estar sustentadas con el acompañamiento de mecanismos internacionales y nacionales.

JUSTICIA FUNCIONAL

Otra periodista es Esmeralda quien se va por el camino de la ley de protección a periodistas, dice que sigue teniendo la misma opinión: “pueden hacer 20 leyes sobre diferentes cuestiones, entre ellas la de los periodistas, pero mientras lo que es el aparato de justicia no funcione, no importa todas las leyes que hagas, esto no sirve para nadie”.

“No solo hablo de leyes para periodistas, hablo de leyes en general; el aparato de justicia de nuestro estado no funciona, así es que no hay ninguna ley que supla a eso; cuando funcione entonces podremos hablar de leyes que también funcionen”, agrega.

“En cuanto a la AIDH te puedo decir es que he tenido dos acercamientos con este organismo por cuestiones profesionales, la última fue una convocatoria que hicieron para formar parte de y nos pidieron estar, escuchar, pero volvemos a lo mismo hay mucha reticencia de las cosas que vienen desde lo oficial”.

“¿Por qué?, porque en el día a día vemos que el discurso y la realidad no concuerdan”.

“Así es que mientras que eso siga sucediendo y no haya pruebas contundentes de que realmente hay un trabajo de protección al ciudadano, de los derechos del ciudadano, no hablo de los periodistas en particular sino en general, pues no hay una confianza, entonces pues estos organismos se pueden crear, pero no tienen eco”, concluye.

“QUE SE LO CARGUE LA CHI…”

A su vez Sergio Rodríguez, periodista de la región Centro del estado comenta su parecer: “La inseguridad inicia desde que hay impunidad”.

Por lo que relata casos de violencia contra periodistas: “Hace 10 años cuando estaba la delincuencia organizada en Coahuila hubo desapariciones de compañeros aquí en el estado que nunca se esclarecieron, en ese periodo varios compañeros reporteros fueron levantados, detenidos y torturados por elementos del Ejército y de la Agencia de Investigación Criminal”.

“Consignados acusándolos de tráfico de drogas, les montaron escenarios de juicio ficticios, el juicio se vino abajo por debilidad de pruebas, se denunció el hecho y no se procedió en contra de quienes encarcelaron y torturaron a mis compañeros”.

“Unos años después desapareció un periodista en Monclova, no se ha recuperado ni su cuerpo ni su carro, en Saltillo mataron a otros reporteros y los hechos no se han esclarecido, otros años después me detuvo el Ejército por tomar fotografías en un operativo fui agredido y golpeado, además de otros tres casos más recientes en el estado levantados, amenazados por el Ejército, la PGR y el crimen organizado y la policía preventiva; otro caso de una compañera periodista secuestrada y que está fuera de México que fue levantada por fuerzas especiales municipales en Frontera, todos siguen sin resolverse”.

“De este último hay demanda, se hizo una carpeta de investigación, se judicializó en Torreón ante un juzgado penal federal, pero no hay avance ni sentencia”, agrega.

Y advierte que en los últimos meses “no recuerdo agresiones ni ataques a periodistas en la región Centro de Coahuila, lo que sí te digo es que los que sí han habido ninguno se han esclarecido, es decir, no hay en la cárcel un sólo responsable, autor material o intelectual por los hechos que te acabo de decir.

“Mi percepción: Está de la Ching….”.

En cuanto al mecanismo de protección para periodistas y defensoras de los derechos humanos, es un mecanismo estatal, comenta el periodista, que “es un espejo igual, no funcionan, no sirven, contrario a organismos no gubernamentales internacionales como Artículo 19, Periodistas Sin Fronteras que con lo que pueden apoyan”.

“Al mecanismo federal cada vez más anualmente le restan recursos, hemos acudido varias veces ante él y, en el caso de la compañera que tuvo que salir del país, ellos acompañados de los organismos internacionales intervinieron y fue de la manera que salió de México para su protección”.

“En cuanto al mecanismo estatal, es una vil mentira, porque debe estar integrado por periodistas, gente de la Secretaría de Gobernación, de las fiscalías y de otras dependencias y organismos no gubernamentales, no hay un solo periodista en el mecanismo estatal, los que aparecen ahí son los administrativos o dueños de los periódicos”.

“No vas a encontrar ahí un sólo reportero o fotógrafo que verdaderamente esté ahí para defendernos; ¿qué va a hacer el contador o administrador del periódico ahí dentro del mecanismo? -se cuestiona él mismo-, defender al periódico o defender al reportero, pues al periódico”.

“Al reportero que se lo cargue la ching…, y a los medios de comunicación que son los que están representados en este mecanismo estatal esos son los que se protegen y protegen al sistema porque además son los que tienen los contratos con el Gobierno para la publicidad, entonces si hay una falla, un error, una agresión a los periodistas, los medios tradicionales no lo van a publicar porque tienen convenio y porque están dentro del mecanismo estatal.

Sólo te paso este dato, en el mecanismo estatal a cuántos periodistas conoces que les hayan ayudado, atendido, auxiliado o dado por lo menos asesoría legal, no que les hayan puesto un abogado para que les ayuden en caso de presentar una demanda, no hay mucho menos que hayan protegido a reporteros que hayan sido agredidos.