La presa El Saucillo, considerada una joya natural de la región de Rincón de Romos, se encuentra inmersa en una situación desesperante que ha despertado la indignación y preocupación de los habitantes de la comunidad de Pablo Escaleras. La tecnificación de la presa, iniciada hace 2 años, ha desencadenado una serie de consecuencias catastróficas, entre ellas la muerte masiva de peces debido a la sequía provocada por las obras y la negligencia gubernamental.

Según testimonios de los vecinos de la zona, la presa que antes brindaba sustento a las comunidades locales a través de la pesca y el turismo, ha sufrido una intervención desastrosa. Indican que la tecnificación implicó la tala de parte del acueducto original, lo que derivó en la presentación de una denuncia formal ante la delegación del Centro INAH por parte de los afectados, solicitando la reparación del daño causado. Sin embargo, hasta la fecha, dicha instancia no ha respondido ni actuado en consecuencia.

Comentan que la situación empeoró la semana pasada cuando las obras de tecnificación continuaron, y el alcalde Francisco Javier Rivera Luévano proporcionó material para apoyar dicha tarea, sin considerar las consecuencias devastadoras para el medio ambiente y la comunidad.

Destacan que la presa ha sido prácticamente drenada en el proceso de desazolve, y el resultado es desgarrador: miles de peces muertos y una atmósfera putrefacta que ahoga a los alrededores con un mal olor e invita a una incesante invasión de moscas y gusanos.

Los afectados se preguntan por qué estas obras se llevaron a cabo sin el consentimiento de la comunidad y sin la supervisión de asociaciones civiles encargadas de velar por la protección del medio ambiente. Además, cuestionan la incongruencia del presidente municipal, quien firmó un convenio para el cuidado del medio ambiente ante la ONU mientras autorizaba la muerte masiva de especies en la Presa El Saucillo.

Los integrantes de dicha comunidad han decidido tomar medidas drásticas y dirigirse a la gobernadora Tere Jiménez en busca de respuestas y acciones concretas. “El clamor es justo y urgente: se requiere el desazolve de la presa, su posterior llenado, y la implementación de proyectos que aseguren la repoblación de peces y la restauración del ecosistema”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con información el heraldo.