La deuda a corto plazo de Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentó 83.4 por ciento anual en el primer trimestre de este año.

En su reporte financiero, Pemex registró una deuda de corto plazo de 475 mil 52 millones de pesos, contra los 258 mil 929 millones del mismo lapso de 2020.

Paul Sánchez, especialista del sector energético, explicó que las deudas de corto plazo suelen tener vencimientos mucho más cortos y con tasas de interés preferenciales.

Aunque, al tratarse de Pemex, las tasas no suelen ser tan favorables, debido a la mala situación financiera de la empresa, que implica un riesgo y compromete su operación.

El experto agregó que a los bancos lo que les importa es que las empresas tengan ganancias para pagar.

“Si el banco se puede comer todo el Ebitda (Indicador contable que se calcula a partir del resultado final de explotación de una empresa, antes de incorporar gastos por intereses, impuestos o pérdidas de valor por depreciaciones y amortizaciones) lo hará porque esa es la estrategia de deuda de corto plazo, estar pagando y eso significa que entre más deuda, se están comprometiendo ingresos y las potenciales utilidades.

“Seguir pagando deuda e intereses, es decir, el costo operativo, está costando muy caro”, advirtió también Sánchez.

La deuda de corto plazo representa 20.2 por ciento del total del pasivo de la petrolera, que suma 2 billones 348 mil millones de pesos.

En 2020, la deuda total de Pemex fue de 2 billones 463 mil millones de pesos y la de corto plazo representaba 10.4 por ciento.

Solamente del 31 de diciembre de 2020 al 31 de marzo pasado, la deuda de corto plazo aumentó 21 por ciento, al alcanzar 391 mil 97 millones de pesos.

Paul Sánchez expresó que esto implica que Pemex está trabajando para pagar sus deudas y tener mayor utilidad, pero sucede lo contrario, porque cada día su costo financiero es mayor y en algún punto será insostenible.

Las tasas de interés son más altas porque la empresa del Estado representa un riesgo, manifestó el especialista.

Ejemplifica que “a un proyecto eólico le pueden prestar a tasas de 3 por ciento, mientras que a Pemex a 7 por ciento”.

“Sí le van a prestar a Pemex, pero a un interés más alto y a plazos menos largos porque la empresa es riesgo y se comprueba cada mes cuando se ven las perspectivas negativas de las calificadoras”, señaló.

Por su parte, Rosanety Barrios, analista del sector energético, expresó que se trata de vencimientos de deuda de largo plazo que se va convirtiendo en corto porque ya se tienen que pagar, lo que impacta a las finanzas públicas.

“Por supuesto que eso es presión para las finanzas públicas, porque una de dos: o pagas o tienes que refinanciar la deuda, lo más normal es refinanciar”, afirma Barrios.

Y aclara que “eso cada día nos cuesta más porque todo está deteriorado, la empresa no tiene una estrategia adecuada. Lo que probable que pase es que Hacienda tenga que emitir deuda para seguir apoyando a Pemex”.